Sobre
la implicación de individuos pertenecientes al
aparato militar del Frente Polisario en el secuestro de los
tres cooperantes españoles por la rama de Al Qaida en el
Maghreb.

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Nuakchot.
10 de avril de 2010. Tras varias semanas de espera, la luz ha sido,
por fin, arrojada sobre las circunstancias del secuestro, el 29 de noviembre
de 2009 en la tan concurrida ruta entre Nuadibú y Nuakchot, de los
tres cooperantes españoles de la ONG catalana mientras transportaban
ayuda humanitaria destinada a las poblaciones desamparadas en algunos
países subsaharianos, así como del secuestro de la pareja italiana,
producido el 18 de diciembre del 2001 en la región de Kobeni, a más
de 700 kilómetros de la capital mauritana.

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En efecto,
después de que se confirmó, a través de la ministra mauritana de
Asuntos Exteriores, D^ña. Naha Ould Mouknass, que “todas las personas” que participaron en
el secuestro de la pareja italiana han sido detenidas, Nuakchot acaba
de anunciar que el autor principal del secuestro atribuido Al Qaida
en el Magreb Islámico (AQMI) de los tres cooperantes españoles ha
sido formalmente imputado e ingresado en prisión en compañía de otros
cinco de sus acólitos.

En el mismo
contexto, las autoridades judiciales mauritanas anunciaron, el 29 de
marzo que 20 personas habían sido imputadas y encarceladas por su supuesta
pertenencia a un grupo de traficantes ligado a AQMI.

Estos últimos
sucesos ilustran la determinación del nuevo equipo dirigente en el
poder en Mauritania para poner fin al uso de su territorio por parte
de redes criminales et terroristas. Alarmados por la dimensión de las
actividades del trafico de toda índole en el interior de su país et
de los movimientos de los grupos terroristas de la rama magrebí de
Al Qaida, los servicios de seguridad mauritanos se esforzaron, con esmero
y paciencia, para llevar a los tribunales a los autores de los actos
odiosos de secuestro de ciudadanos occidentales.

Así, las
investigaciones revelaron que tales actos fueron obra de unos grupos
criminales operando en toda impunidad en el extenso no man’s land que supone el triángulo fronterizo entre Mauritania, Mali y Argelia.
Peor aún, los autores no fueron otros que aquellos traficantes originarios
de los campos de refugiados de Tinduf, entre ellos figuran unos “militares”
en activo en el seno de las estructuras del Frente Polisario, con ubicación
en el sur-oeste argelino.

Las pesquisas confirmaron, por otro lado, que el secuestro de los tres
cooperantes españoles, -de los cuales dos siguen todavía en cautiverio
en manos de Mokhtar Belmokhtar, emir de AQMI en el Sahel-, no pudo ser
realizado sin el concurso de Omar Ould Sid’Ahmed Ould Hamma alias
Omar Saharaui, miembro del Frente Polisario que acaba de ser imputado
por la justicia mauritana como autor principal del rapto y, por ello,
ingresado en la Prisión Central de Nuakchot.

Según
fuentes de los servicios de seguridad mauritanos, además de la detención
de este individuo, directamente ligado a Belmokhtar, el cual se encargó
de su radicalización y de su orientación como suporte logístico a
favor de la causa “Jihadista” de AQMI a través de su red de traficantes
operativa desde los campos de refugiados controlados por el Frente Polisario,
una veintena de individuos fueron también implicadas en este caso entre
ellas varios “militares” en activo en las unidades del frente Polisario
resultaron identificados tales como Mohamed Salem Mohamed Ali Ould Rguibi,
militar perteneciente à la 4^ta Región militar del Frente
Polisario, conocida por el nombre de “M’hrez”, Mohamed Salem Hamoud,
militar ejerciendo en la misma Región y Nafii Ould Mohamed M’Barek,
que ejerció de militar en la 7^tima Región militar antes
de dedicarse plenamente al contrabando y al tráfico de toda índole
entre Zouirat y Atar, en el norte de Mauritania.

Más allá
de toda consideración relacionada con la seguridad, resulta claro que
el resultado de la investigación llevada a cabo por las autoridades
mauritanas, ha puesto de manifiesto las interconexiones existentes entre
los “emires” de AQMI en el Sahel y las redes del crimen organizado
que operan en la zona y que realizan “por encargo” actividades terroristas
por la cuenta de la rama magrebí de Al Qaida al proceder al secuestro
de los occidentales con el objetivo de revenderlos a las unidades de
AQMI tan activas en el vasto territorio comprendido entre el norte de
Mali y el sur de Argelia.

Este caso
constituye una vez más una prueba tajante de cómo AQMI saca provecho
de la persistencia de conflictos de corte independista en la región
tal como el conflicto del Sahara marroquí al poner a su servicio algunos
activistas separatistas fácilmente introducidos en las actividades
terroristas frente a la incapacidad de los dirigentes del Frente Polisario
para ofrecerles autenticas perspectivas políticas capaces de garantizarles
un futuro mejor.